sábado, 17 de noviembre de 2012
ESTRABON Y LOS ASTURES II
ESTRABON Y LOS ASTURES
"7.
 Todos los habitantes de la montaña son sobrios: no beben sino agua, 
duermen en el suelo, y llevan cabellos largos al modo femenino, aunque 
para combatir se ciñen la frente con una banda. Comen principalmente 
carne de cabrón; a Áres sacrifican cabrones, y también cautivos y 
caballos; suelen hacer hecatombes de cada especie de víctima, al uso 
griego, y por decirlo al modo de Píndaros, 'inmolan todo un centenar'. 
Practican luchas gýmnicas, hoplíticas e hípicas, ejercitándose para el 
pugilato, la carrera, las escaramuzas y las batallas campales. En las 
tres cuartas partes del año los montañeses no se nutren sino de 
bellotas, que, secas y trituradas, se muelen para hacr pan, el cual 
puede guardarse durante mucho tiempo. Beben 'zýthos', y el vino, que 
escasea, cuando lo obtienen se consume en seguida en los grandes 
festines familiares. En lugar de aceite usan manteca. Comen sentados 
sobre bancos construidos alrededor de las paredes, alineándose en ellos 
según sus edades y dignidades; los alimentos se hacen circular de mano 
en mano; mientras beben, danzan los hombres al son de flautas y 
trompetas, saltando en alto y cayendo en genuflexión. En Bastetanía las 
mujeres bailan también mezcladas con los hombres, unidos unos y otros 
por las manos. Los hombres van vestidos de negro, llevando la mayoría el
 sagum con el cual duermen en sus lechos de paja. Usan de vasos labrados
 en madera, como los keltoí. Las mujeres llevan vestidos con adornos 
florales. En el interior, en lugar de moneda practican el intercambio de
 especies o dan pequeñas láminas de plata recortadas. A los criminales 
se les despeña, y a los parricidas se les lapida, sacándolos fuera de 
los límites de su patria o de su ciudad. Se casan al modo griego. Los 
enfermos, como se hacía en la Antigüedad entre los assýrioi, se exponen 
en los caminos para ser curados por los que han sufrido la misma 
enfermedad. Antes de la expedición de Broútos, no tenían más que barcas 
de cuero para navegar por los estuarios y lagunas del país; pero hoy 
usan ya bajeles hechos de un tronco de árbol, aunque su uso aún es raro.
 Su sal es purpúrea, pero se hace blanca al molerla. Así viven estos 
montañeses, que, como dije, son los que habitan en el lado septentrional
 de Ibería; es decir, los kallaikoí, ástoures y kántabroi, hasta los 
ouáskones y el Pyréne, todos los cuales tienen el mismo modo de vivir. 
Podría hacer la lista de estos pueblos más larga; pero renuncio a una 
descripción aburrida, pues a nadie le agradaría oír hablar de los 
pleútauroi, bardyétai, allótriges, y otros nombres menos bellos y más 
ignorados.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)

 
 

